Los organizadores se habían propuesto el reto de hacer que los Juegos Olímpicos de París 2024 fueran totalmente aptos para ciclistas. Incluso antes de la Ceremonia de Clausura, las pistas fueron un gran éxito, para regocijo de los operadores de autoservicio de bicicletas y de los numerosos aparcamientos temporales que se habilitaron.